El ingeniero suizo George de Mestral estaba acicalándose con su mujer para salir a una fiesta. Al subir la cremallera del vestido de su esposa, ésta se rompió y de pronto se disparó en su cerebro la actividad de cómo cerrar las cosas, cómo unir partes, etc.
Unos meses después, bañando a su perro, descubrió entre su pelo frutos de cardo alpino: estos frutos tienen unos pequeños ganchos que se había quedado enganchados al animal.La actividad de su mente que hacía unos meses se activaba con un problema, pareció ver en este segundo hecho la solución inventando y patentando el Velcro y su concepto de adherencia.
¡No hay nada como tener un problema, para desarrollar ideas brillantes!
No hay comentarios:
Publicar un comentario